miércoles, 22 de octubre de 2014

Capitulo Seis Blood of Olympus Reyna (actualizacion del 30 de octubre)

Capitulo VI 
Reyna

Casi siempre, Reyna podía controlar sus pesadillas.

Había entrenado a su mente para que comenzaran todos sus sueños en su lugar favorito - el Jardín de Baco en la colina más alta de Nueva Roma.  Se sentía segura y tranquila allí. Cuando las visiones invadian su sueño, como siempre pasaba con los semidioses - podía contenerlas imaginando que eran reflejos en la fuente del jardín.
Esto le permitia dormir en paz y evitar despertarse cubierta de sudor frío a la mañana siguiente.

Pero, esta noche no tuvo tanta suerte

Él sueño comenzó como siempre.  Estaba de pie en el jardín durante un calido atardecer, con los arboles llenos de flores. En la fuente centra, una pequeña estatua de Baco escupia agua hacia la base.
Los domos dorados y las tejas rojizas de Nueva Roma se extendían debajo de ella. 

A  medio kilómetro hacia el oeste se encontraban las fortificaciones del Campamento Jupiter. Más adelnate el Pequeño Tiber, serpenteaba dulcemente alrededor del valle, trazando el borde de las Berkeley Hills, que tenían un brillo cálido y sutil con la luz del verano.

Reyna tenía en las manos una taza de chocolate caliente, su bebida favorita.

Exhalo tranquilamente. Este era un lugar digno de ser defendido –por ella, sus amigos y todos los semidioses. Sus cuatro años en el Campamento Jupiter no habían sido fáciles, pero habían sido la mejor época en la vida de Reyna.   

Súbitamente el horizonte se oscureció.  Reyna pensó que se trataba de una tormenta. Fue entonces que noto una ola gigante de arena y lodo oscuro rodaba sobre las montañas, transformando la tierra, dejando nada a su paso.

Reyna miro con horror como la ola arenosa llegaba al borde del valle. El dios Terminus activaba una barrera mágica alrededor del Campamento, pero esto solo detuvo la destrucción por un momento.

Luz purpura se disparó hacia arriba como fragmentos de cristal, y la ola se filtro hacia dentro acabando con arboles, dejando en escombros las casas, vaporizando el Pequeño Tiber del mapa.  


Es una visión, Reyna pensó. Puedo controlarla.

Intento cambiar el sueño. Imagino que toda esta destrucción era parte del reflejo en la fuente, una imagen de video inofensiva, pero la pesadilla continuo a todo color.

La tierra se trago los Campos de Marte, terminando con toda clase de fuertes y trincheras de los juegos de guerra. El acueducto de la ciudad colapso como si fuera hecho de bloques de juguete. El Campamento Jupiter en si desaparecio –las torres de vigía se desmoronaron, los muros y las barracas se desintegraron. Los gritos de los semidioses se quedaron en silencio y la tierra siguio su camino

Un sollozo se formó en la garganta de Reyna. Los altares centellantes y los monumentos de la Colina de los Templos se hicieron polvo. El coliseo y el hipódromo dejaorn de existir. La ola de lodo llego a la línea Pomerium  y entro a la ciudad. (Nota del traductor: en la Roma original esta línea marcaba la frontera sagrada de la ciudad, donde había leyes como la prohibición de llevar armas) 

Las familias corrieron hacia el Foro. Los niños chillaban de terror. La Casa del Senado implosiono.

Villas y jardines desaparecieron sin oponer resistencia. La ola escalo hacia el Jardín de Baco –lo último que quedaba de pie en el mundo de Reyna.

Los dejaste indefensos, Reyna Ramírez-Arellano. Una voz femenina salió de entre el suelo oscuro.
Tu campamento será destruido. Tu misión es inútil. Mi cazador va hacia ti
.
Reyna se separó de la cerca del jardín. Corrio hacia la fuente de Baco y se aferró al borde de la base, mirando fijamente el agua. Deseo con todas sus fuerzas que la pesadilla terminara siendo un reflejo inofensivo.

CRACK.


La base se partió por la mitad, cortada por una flecha del tamaño de un rastrillo de cultivo. Reyna no podía quitar la mirada de las plumas de cuervo en la flecha, el astil pintado de rojo, amarillo y negro como una serpiente de coral, y la punta de flecha hecha de Hierro Estigio clavada en su pecho.

Miro hacia arriba luchando contra él dolor. En el borde del jardín, una figura oscura se acerco –la silueta de un hombre cuyos ojos brillaban como reflectores miniatura, cegando a Reyna. Escucho el roce del hierro contra cuero cuando el cazador extrajo una flecha de su carcaj.

Luego su sueño cambio.

El jardín y él cazador se desvanecieron, junto con la flecha clavada en el estómago de Reyna.
Se encontró en un viñedo abandonado. Extendiéndose junto a ella, acres de vides secas colgaban de sus soportes de madera, como pequeños esqueletos deformes.

Al final de los campos, estaba una casa de campo hecha de cedro con una extensa entrada. Después de eso, la tierra terminada y comenzaba el mar.

Reyna reconocio este lugar: la bodega de vino Goldsmith en la costa norte de Long Island. Sus exploradores habían asegurado el lugar como una base de avanzada en el ataque de la legion hacia el Campamento Mestizo.

Había ordenado a la mayoría de la legión para que permaneciera en hasta que ella les dijera otra cosa, pero obviamente Octavian la había desobedecido.  


Toda la Doceava Legion estaba acampando en la parte norte del terreno. Habían construido con su mejor precisión militar –trincheras de tres metros de profundidad y muros de tierra con lanzas protegiendo el perímetro, una torre de vigilancia en cada esquina armada con una balista.  


Continuara proximamente

Capitulo Cinco

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